"CASA EMBRUJADA"
Hace mucho tiempo, en una casa donde todos los días, o mejor digamos todas las noches, una ráfaga polar se apoderaba del lugar, nunca un tiempo agradable, siempre grandes y ruidosas tormentas.
Un día mi familia y yo pasamos por el lugar cuando nuestro auto se descompuso. Papá debió pedir ayuda, mis dos hermanos y yo salimos también del auto. Mamá intentó detenernos pero no lo consiguió.
Nosotros busacábamos a papá pero encontramos a un hombre alto que llevaba colgado de su hombro un murciélago, tenía un rostro pálido y ojeroso. Gritamos tan fuerte del susto que nuestros padres pudieron oirnos. Parado, al lado de ellos, había un fantasma con cara de esqueleto con galera y otros espectros, fantasmas y almas en pena. Al mismo tiempo que avanzaban volando cuervos negros, se oía una melodía triste proveniente de un sótano oscuro. La casa tenía además un altillo cubierto de telarañas y de todos lados se escuchaban ruidos nocturnos...
Lo peor es que yo tenía en mis brazos a mi conejito y vino un fantasma y me lo arrebató y no quiso devolvérmelo. Al intentar escapar, no ví los escalones rotos y casi caigo sobre las serpientes y escorpiones que cubrían el piso.
Al fin papá logró conseguir un bidón con nafta para el auto y rápidamente salimos para nuestra casa.
A pesar de todo, ese fue el mejor día de mi vida, aunque no me gustó lo de mi conejito y el suelo cubierto de arañas y escorpiones.
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